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Secamanos de algodón: una solución eficaz que ayuda a proteger el medioambiente
Después del lavado de manos, el secado, considerado un paso secundario, es tan importante como el paso previo. Es el momento de eliminar los posibles restos de suciedad y la humedad de la piel. Al elegir un secamanos con bobina de algodón, podrá disfrutar de una higiene óptima. Además de proporcionarle un secado agradable, su impacto medioambiental es mucho menor si lo comparamos con un secamanos de papel.
Un artículo que garantiza la limpieza
Nuestras bobinas de algodón se lavan a más de 60ºC para su correcta desinfección y limpieza y se secan en una calandra a 180ºC.
Las bobinas de algodón están tejidas formando un "grano de cebada", lo que permite un secado de las manos eficiente. La suciedad y la humedad residuales se capturan mediante la fricción del tejido con la piel. La naturaleza flexible de este tejido permite un secado preciso, incluso entre los dedos.
Nuestros aparatos cuentan con dos compartimentos separados: uno para la parte de la bobina limpia y otro para la usada. Gracias a un mecanismo de recogida que garantiza el uso único del tejido, las dos partes de la bobina no pueden entrar en contacto.
Un artículo que cuida de tus manos
La fibra del algodón protege la epidermis y de las irritaciones. Nuestras bobinas de algodón cuentan con el certificado Oeko-Tex®, que garantiza que en su elaboración no se han utilizado sustancias tóxicas para la piel.
Además, el proceso de tratamiento de las bobinas ha sido diseñado para evitar cualquier riesgo de irritación o alergia.
Un artículo que cuida del planeta
En comparación con los secamanos de papel, el uso de secamanos de algodón permite reducir casi en un 29% las emisiones de gases de efecto invernadero, en un 95% la generación de residuos y en un 48% el gasto energético.
Nuestras bobinas de algodón pueden lavarse hasta 80 veces. Cuando presentan muchas imperfecciones, alargamos la duración de su vida útil tiñéndolas de azul para ser utilizadas en las actividades que suelen generar más suciedad, como en la industria pesada o en los talleres. Al final de su ciclo de vida, las bobinas azules se transforman en trapos.
Nuestro proceso de tratamiento está pensado para reducir el consumo de agua, detergentes y energía.
* Estudio realizado por ETSA en 2016.