Vestidos de verano con sábanas Elis

Cuando pensamos en la motivación de este emprendimiento, nos dimos cuenta de que la idea estaba latente hace décadas y en el 2020 encontró su momento de despegue. Cuando nos confinamos mi hija y yo en la misma casa durante 3 meses de pandemia, saltaron chispas. En una de ellas, mi madre que era modista nos debió iluminar y decidimos crear un proyecto de moda española e intergeneracional (en esencia 3 generaciones).

Mi madre era profesora de corte y confección en Valladolid. Una artista en sus creaciones y cuando yo rondaba la veintena decidimos crear un taller dando trabajo a las alumnas de su academia. Con la ilusión del que cree en su proyecto, nos fuimos a hacer prospección a Barcelona; ciudad puntera en talleres de confección. Era la década de los 80, y nuestro sueño rápidamente se desvaneció. Los encargados de los talleres nos aconsejaron, con lágrimas en los ojos, que olvidáramos la idea. Sus negocios agonizaban porque en China se confeccionaba con costes inimitables. Sin ser consciente, estaba ante el inicio de la moda rápida de sobreproducción ("fast fashion", en inglés).

Ha pasado mucho tiempo de esa ilusión congelada, más de 30 años y ahora soy yo la madre. Laura, mi hija, ha heredado la creatividad de su abuela y es diseñadora de moda. Laura nació en plena “moda rápida” y no se siente cómoda con que el sector textil sea el segundo sector que más contamina tras las petroleras. La "fast fashion" que yo vi nacer es la que domina el sector y la que produce el mismo CO2 que todo el tráfico internacional de aviación y naval conjuntamente^[i]. 

[i] Informe de New textiles economy full report de Elle Mc Arthur Fundation

El sistema de producción de ropa actual es lineal: producir, usar y tirar. Cada segundo se tira o se incinera un camión de basura textil en el mundo con prendas que se han puesto de media entre 7 y 10 veces.[i]

El problema de la acumulación de residuos textiles ha intentado solucionarse principalmente mediante el reciclaje mecánico o químico de los tejidos. El nuevo enfoque de DeleiteWear es actuar un paso antes de estos tipos de reciclaje, puesto que ambos presentan grandes limitaciones e inconvenientes. No todas las fibras son fácilmente reciclables por estos métodos. Además, tanto el reciclaje textil mecánico como el químico implican la disminución de la calidad de las fibras recicladas y su mezcla con nuevas fibras vírgenes.

A nivel global, menos del 1% de las prendas consiguen ser recicladas en nueva vestimenta debido, en parte, a la falta de tecnología.

Mediante herramientas de diseño y patronaje, DeleiteWear presenta un nuevo enfoque de la solución: el suprarreciclaje escalable. Este consiste en rescatar tejidos de calidad, considerados tradicionalmente como residuos por tener algún defecto, para crear nuevas colecciones sin consumir recursos naturales ni contaminar el medio ambiente. 

En la naturaleza todo se reaprovecha, es circular. Aprendamos de ella, la circularidad es la única opción para que la humanidad sea sostenible a largo plazo y para cuidar nuestros ecosistemas naturales que nos protegen de pandemias como el coronavirus.

[i] Informe de New textiles economy full report de Elle Mc Arthur Fundation

El trabajar sobre sábanas, que es tejido plano sin confeccionar, nos facilita la eficiencia a la hora de cortar y la posibilidad de generar diseños sin estar condicionados con la prenda anterior. Es la materia prima ideal.

Además, los algodones de vuestras sábanas son de gran calidad, algodones peinados que consumieron miles de litros de agua para su creación. Es una gran oportunidad para DeleiteWear que nos ayudéis a salvarlos, estamos muy agradecidas.

La moda sostenible debería ser ya presente. Los próximos 10 años son decisivos. Según los expertos en clima de la ONU si la temperatura sube más de 1,5 grados, el planeta continuará, pero los humanos no.[i]

Todos podemos contribuir desde nuestro sector para paliar el cambio climático. En el sector textil, el suprareciclaje es la forma más sostenible de crear moda.

Pero esto no es nuevo, como muchos pensaréis, el suprarreciclaje artesanal ya se practicaba en España por la generación de la postguerra. Recuerdo con cariño, como mi madre me contaba que se hacía trajes de chaqueta a “lo Audrey Hepburn” con la gabardina que su tío, emigrante, le traía de Alemania porque tenía un enganchón.

Lo nuevo es que antes se revalorizaba lo que ahora se consideraría desperdicio porque los recursos de las familias eran escasos. Actualmente la escasez está en los recursos del planeta y por eso, es necesario una concienciación social. Como consumidores podemos exigir transparencia: elegir comprar ropa que no contamine y que haya sido confeccionada en condiciones dignas.

Cuando nos compramos una camiseta de algodón que consumió 2000 litros de agua al precio de un café es porque alguien está pagando la diferencia: los recursos limitados del planeta y las personas que hacen nuestra ropa en países donde se trabaja en condiciones infrahumanas.

[i] https://www.abc.es/sociedad/abci-diferencias-existen-entre-mundo-15-o-mas-calido-201604212010_noticia.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F

Estamos apostando por la creación de empleo de personas en riesgo de exclusión social y hemos encontrado a unas mujeres admirables.

El taller local que confecciona nuestras prendas es de APRAMP, una asociación que rescata a mujeres y niñas de la trata y las busca un trabajo. Bajo el lema ‘Pespuntes de Libertad #contralatrata’, estas mujeres valientes están haciendo posible nuestros diseños de primavera. Es una gran ilusión crecer con ellas.

Nuestro siguiente paso sería investigar la posibilidad de dar color a vuestras sábanas tiñéndolas con sustancias naturales para evitar contaminar el agua con tintes dañinos. 

¡Estamos deseando enseñároslo para próximas colecciones!